Numerosos son los acontecimientos deportivos que se organizan en Italia.
Entre las competiciones ciclistas un lugar especial es reservado al Giro d’Italia. En esta carrera por etapas, a lo largo de las calles italianas, la línea de salida se coloca cada año en una ciudad diferente, mientras la llegada, salvo algunas excepciones, siempre es en Milán.
El deporte más popular y amado en Italia es el fútbol. Los partidos del Campeonato y de la Liga de Campeones son citas esperadas por miles de apasionados. Durante el invierno, los fanáticos siguen los encuentros deportivos por todos los estadios. En verano, en cambio, eligen como destino para sus vacaciones las montañas, donde se lleva a cabo la concentración del equipo favorito. Es una pasión que tiene el perfume de la hierba apenas cortada y el ruido de mil voces que cantan al unísono un solo coro.
¡Los italianos no renuncian al balón ni siquiera en vacaciones!
El equipo del Nápoles durante su concentración en Dimaro en Trentino atrae aproximadamente 6.000 fanáticos. La Roma de Totti siempre en Trentino, en Pinzolo, en la alta Val Rendena, cuenta 3.000 presencias. El centro deportivo para la concentración del Milan está ubicado en Milanello, en Carnago, el de la Sampdoria se encuentra en Ponte di Legno Tonale entre Brescia y Trento y el de la Atalanta en Val Seriana en provincia de Bérgamo.
Grupos de amigos o enteras familias podrán transcurrir los días de veraneo a la espera de los partidos amistosos que sus ídolos jugarán en alta cuota.
Lo importante será encontrarse para robar una selfie o un autógrafo.
También será una ocasión única para escapar de la contaminación de la ciudad y respirar el aire puro de las cumbres italianas. Además de observar los entrenamientos del equipo, observando los rostros de las nuevas adquisiciones, será posible practicar alguna actividad deportiva. Las montañas de la bota se transformarán en gimnasios a cielo abierto. Los hinchas podrán practicar remo, carrera, trekking, parapente y mountain bike. Y… ¿por qué no? También un lindo partido de fútbol.
Para aquellos que aman practicar un deporte al aire libre y pasear por amplias extensiones de prado, el golf es un gran pasatiempo. Los campos de golf en Italia se distinguen por el número de hoyos y por los sugestivos paisajes. Entre los más renombrados se encuentran el Verdura Resort en Sicilia, el Double Tree Acaya en Puglia y el Active Hotel Paradiso & Golf en Veneto.
A poca distancia del Castillo de Venaria en Turín, será posible jugar en uno de los más bellos verdes de Italia, el “Royal Park – I Roveri”. Por la morfología del terreno se tendrá que desarrollar una atenta estrategia de juego que permita de superar los obstáculos de agua y arena.
Cerca del Lago de Como se encuentra ubicado el prestigioso Golf Club Monticello. En las ciento cuarenta hectáreas de parque incluso los menos expertos podrán entrenarse y, al mismo tiempo, admirar la rica vegetación de robles y castaños que caracterizan el lago.
Si los deportistas no quisieran alejarse demasiado de los cascos antiguos y de las obras de arte, se recomiendan los numerosos campos de golf de la Toscana. Las colinas del Chianti, se tendrá el “honor” del primer golpe en el Club florentino del Ugolino, una de los más antiguos de Italia.
A lo largo de via Appia con una espléndida vista sobre los arcos del Acueducto Claudio, será posible poner a prueba el propio swing en el Golf Club Acquasanta.
El San Domenico Golf es el lugar ideal para los amantes de la belleza de la Puglia. Será bueno prestar atención al viento porque el campo se encuentra cerca del mar.
En los verdes del Donnafugata Golf en Sicilia se elegirá cuidadosamente las maderas y los hierros.
Tomarse el tiempo justo para medir distancias y fuerza será el modo mejor para efectuar un golpe maestro.
Incluso en invierno, Italia tiene mucho que ofrecer. La nieve cubre con su manto las cimas de las montañas, garantizando a los apasionados del esquí pistas verdaderamente únicas. Para quienes están organizando la semana blanca en los Alpes, se recomiendan localidades como Limone y Sestriere en Piamonte, Livigno en Lombardía y Cortina d’Ampezzo en Veneto.
Las cumbres italianas son también el destino ideal para quienes deseen disfrutar de los deportes de invierno como patinaje sobre hielo, esquí de fondo, carving, trineo y curling, que se hizo famoso en Italia gracias a los Juegos Olímpicos de 2006 en Turín.
Entre los destinos preferidos por los turistas en primer lugar se encuentra Valle d’Aosta con las prestigiosas estaciones de esquí de Breuil-Cervinia, Courmayeur y Cogne.
Madonna di Campiglio, en la provincia de Trento, con sus sesenta kilómetros de pista y veinte remontes, es un paraíso no sólo para los esquiadores, sino también para los amantes del snowboard. En Grostè se podrán admirar las acrobacias de los profesionales de esta disciplina deportiva.
En el corazón de los Prealpes Julianos numerosos son los polos turísticos como el Tarvisiano, entre Italia, Austria y Eslovenia. Aquí las bajadas sabrán regalar momentos de adrenalina pura.
En la estación invernal, incluso a lo largo de los Apeninos, será posible descubrir paisajes nevados y pistas impresionantes. Roccaraso, ayuntamiento montano del Abruzzo, cuenta con la mayor estación de esquí en el centro de Italia. En el Parque Nacional del Gran Sasso y Monti della Laga, la espléndida estación de esquí de Prato Selva a los pies de Monte Corvo en invierno desbordará de esquiadores.
En Italia los amantes de la nieve también podrán esquiar en las laderas de un volcán. Para vivir esta experiencia tendrán que viajar a la región más al sur de la bota, precisamente el Etna en Sicilia.
La península italiana ofrece a los amantes de las excursiones paisajes memorables. Los amantes del trekking podrán ir a lo largo de las callejas de las Pequeñas Dolomitas, al confín entre Vicenza, Verona y Trento, para descubrir exuberantes prados y árboles seculares. En Piemonte los excursionistas seguirán las huellas de los lobos en el Parque de los Alpes Marítimos, donde se encuentran centros especializados en la observación de estos magníficos animales.
Entre los caminos más emocionantes por descubrir en Italia se recomienda la Via degli Dei que desde Bologna, a lo largo de los Apeninos toscano-emiliano, conduce a Florencia en cuatro o seis días. No olvidéis Via Francigena, un tiempo itinerario seguido por numerosos peregrinos, con salida desde el Gran San Bernardo y llegada a Roma. A lo largo del recorrido será posible hacer etapa en las diferentes ciudades del Norte y Centro Italia.
En Liguria, desde Portovenere en La Spezia, la costa ofrecerá destellos de sugestiva belleza sobre aquel que es definido “el Golfo de los Poetas.”
A lo largo de la Costa Amalfitana desde Bomerano a Positano se podrá recorrer el “Sentiero degli dei”, considerado uno de los senderos más bellos del mundo.
En el Parque del Cilento los turistas quedarán fascinados tanto por las maravillas del mar como por las montañas. Gracias a una densa red de senderos podrán llegar a la zona arqueológica de Paestum, la antigua Velia y la Certosa di Padula.
Entre Basilicata y Calabria los viajeros podrán descansar cerca de fuentes de agua dulce en el Parque Nacional del Pollino. Aquí se puede admirar el vuelo de halcones y águilas reales.
En Sicilia, el Etna es el destino preferido para todos los amantes de las montañas. Desde el Mirador del Valle del Bove se podrá disfrutar de la encantadora vista sobre la costa.
Aquellos que deseen experimentar unas vacaciones inolvidables tendrán que dejar las amarras, izar las velas y partir hacia la aventura a lo largo de las costas italianas. Se navegará hacia las encantadoras playas de la bota, en busca de un lugar donde vivir momentos de absoluto relax. Los compañeros de viaje serán Mistrale, Sirocco y Libeccio.
En Cerdeña, desde Alghero al Golfo de Orosei, pasando por Capo Carbonara hasta Capo Spartivento, navegando los mares cristalinos, os quedareis sin palabras ante la presencia de calas salvajes y bahías incontaminadas.
Después del ocaso, en Sicilia, los viajeros costearán la isla de Stromboli para admirar del mar la lava que baja a lo largo del Sciara del Fuoco, un real espectáculo de luces en la oscuridad de la noche. En Salina será posible hacer una breve parada cerca de la playa de Pollara, caracterizada por piedras y cantos rodados de color oscuro.
Subiendo por la bota, la proa de la embarcación tendrá como meta las islas del Golfo de Nápoles. En Capri una parada obligatoria será Grotta Azzurra, apreciada ya por el emperador Tiberio. En Ischia podréis descubrir la bahía de Sorgeto, con sus piscinas de agua termal. En Procida será posible admirar la playa de Corricella, con sus casas de colores que se reflejan en las aguas color turquesa.
La vuelta en velero llevará a los amantes del mar hasta el archipiélago toscano pasando por las islas pontine de Ponza y Ventotene.
La última etapa será en el Mar Adriático en las Islas Tremiti, al Norte del promontorio del Gargano.
En Italia bajo la superficie del mar se conservan escenarios que quitan la respiración. A lo largo de las costas será posible explorar el mundo submarino a ras de agua con una simple máscara y un tubo llamado esnórquel o bien, después de haber aprendido los métodos de inmersión, bajar en profundidad con aletas, máscara, traje de neopreno y regulador.
Estudiar los corrientes marinas será el modo mejor para lograr encontrar los fondos marinos con la mejor visibilidad y admirar así una gran variedad de fauna y flora.
¡En el fondo del mar existe un gran patrimonio sumergido por descubrir!
El viaje comienza con la bendición de los muchos “Cristo del abismo”, situados en el fondo del mar desde Portofino a San Felice Circeo.
En Portofino los buceadores más experimentados podrán llegar al “Altar”. Aquí la escollera ofrece un espectáculo verdaderamente único: las paredes están tapizadas por precioso coral rojo y habitadas por meros, langostas y pargos.
En Ischia en el espejo de agua entre el Castillo Aragonés y los riscos de Sant’Anna será posible nadar entre restos de una antigua ciudad de época romana, conocida como Aenaria.
En Pozzuoli a pocos metros de profundidad los buzos llegarán al Parque arqueológico de Baia y observarán los suelos de mosaico de las villas romanas sumergidas.
En Cerdeña se partirá hacia la aventura entre las numerosas grutas en busca de coral, pulpos, murenas y cangrejos. En el Golfo Aranci a una docena de metros de profundidad, los apasionados del buceo podrán visitar la Grotta di Satana con paredes de color amarillo por la presencia de Leptosamnia.
En Lampedusa y Lampione, islas del archipiélago de Pelagie en Sicilia, se encontrarán rayas, peces loro y otros ejemplares de especie africana y oceánica.
Bajo el sol de Italia es bonito pedalear aunque haya que sudar. Para aquellos que desean vivir al aire libre una agradable excursión, siguiendo las pistas que de Norte a Sur el “Bel Paese” ofrece, se recomienda montar la bici y escapar de la ciudad.
En Liguria uno de los itinerarios ciclo-peatonales más importante empieza y termina en Levanto, pasando por Bonassola y Framura. El recorrido ofrecerá calles con encantadoras vistas al mar.
En la región del Veneto los ciclistas pedalearán en el Montello, en el bosque de la Serenissima, donde encontrarán calles asfaltadas con poco tráfico. Sólo pequeños tramos serán de tierra. Para recuperar el aliento, los atletas podrán detenerse en las ruinas de la Abadía de Sant’Eustachio, un tiempo monasterio benedictino.
En la Maremma grossetana los amantes de la bicicleta podrán recorrer las pistas que desde Capalbio conducen al Monte Argentario, tocando las localidades de Porto Ercole y Porto Santo Stefano.
En Puglia desde el Gargano al Salento se tendrán a disposición numerosos itinerarios “ligeros” aptos al tránsito de bicicleta. Entre el más fácil aquel que va desde Giovinazzo a Trani a lo largo de la carretera costera. En Trani, se podrá seguir pedaleando hasta la Catedral de San Nicola.
Quien desea ponerse a prueba y desafiar sus propios límites, elegirá las pistas de Piemonte y Lombardia. Uno de las más difíciles, donde se entrenaron campeones del calibre de Fausto Coppi y Costante Girardengo, comienza en Pontecurone de Alessandria y toca Garbagna, Borgo Adorno y Giarolo. Durante este largo pedaleo será posible admirar el castillo que domina el Valle del Besante.
Para aquellos que buscan una subida no particularmente extenuante, el destino ideal será Ghisallo en Lombardia. En Magreglio los atletas podrán detenerse en el Museo del ciclismo Madonna del Ghisallo.