Edificios, iglesias y monumentos no son sólo atracciones turísticas, sino reales símbolos de un lugar. Algunas de las mayores bellezas arquitectónicas de Italia se han forjado en el seno del imaginario colectivo hasta convertirse en el emblema de la ciudad en la que se encuentran.
Cada día en las tarjetas postales y en las instantáneas de millones de turistas se inmortalizan los símbolos de las ciudades italianas. Imponentes monumentos, iglesias coronadas por majestuosas cúpulas y plazas valorizadas por grandiosas fuentes se han transformado en reales emblemas de la ciudad que los hospeda. No existe viajero al mundo que no haya sentido nunca hablar del Coliseo de Roma, del Canal Grande de Venecia o del Ponte Vecchio en Florencia.
Italia de Norte a Sur no sólo ofrece lugares para fotografiar, sobre todo ofrece lugares donde vivir.
Los turistas podrán pasear entre los chapiteles y los pináculos de la Catedral para admirar desde lo alto la ciudad de Milán. Descansarán a la sombra de la estatua de cobre dorado de la Madonnina que, con su mirada benévola, protege la capital lombarda. Será luego posible visitar el Castillo Sforzesco atravesando la entrada principal ubicada en la Torre del Filarete. Los admiradores de la lírica podrán asistir a los espectáculos del Teatro alla Scala que, después de la restauración, ha vuelto a resplandecer tanto como el talento de los artistas internacionales que pisan su palco.
En Turín los apasionados del séptimo arte descubrirán que el símbolo de la ciudad, la Mole Antonelliana, alberga el Museo Nacional del Cine. Otro lugar representativo de la ciudad piamontesa es el Museo egipcio, segundo después de aquel del Cairo.
A los más románticos les recomendamos una vuelta en góndola por el Canal Grande. La embarcación ligera y rápida atravesará los canales hasta llegar al Palacio Ducal en estilo gótico veneciano y al célebre Puente de los Suspiros, llamado así por los suspiros de los prisioneros antes de que fueran llevados a sus celdas.
Verona es la ciudad que ha inspirado a Shakeaspere para escribir su obra maestra, “Romeo y Julieta”. Los enamorados podrán asomarse desde el famoso balcón de la Casa de Julieta en via Cappello. La foto ritual será tomada en el patio junto a la estatua de Julieta: los turistas apoyarán una mano sobre el seno derecho de la heroína, un gesto que, según cuenta la leyenda, traería suerte. Entre los símbolos de la ciudad imposible olvidar la Arena, anfiteatro romano todavía hoy sede de numerosos espectáculos y manifestaciones.
Bologna es conocida como la “ciudad de las torres”. Entre las más importantes la Torre degli Asinelli y aquella de la Garisenda.
En Pisa los viajeros, desde la cima de la Torre Pendiente, podrán admirar el Baptisterio, famoso por su particular acústica y por el eco que es parecido al sonido de un órgano y la Catedral en estilo románico pisano.
En el casco antiguo de Florencia los turistas podrán reservar una habitación con vista a la Cúpula del Brunelleschi. Ponte Vecchio ofrecerá a los amantes del shopping lo mejor de la orfebrería italiana.
El símbolo por excelencia de la ciudad eterna y de Italia es el Coliseo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1980. Pero Roma esconde sugestivos tesoros en cada esquina. Los soñadores podrán echar un monedita en la Fontana de Trevi y expresar un deseo. Sus sueños se convertirán en realidad a lo largo de las calles del shopping entre Via Condotti, Via Borgognona y Via Frattina, conocidas en todo el mundo por sus boutiques de alta costura.
En Nápoles quién querrá visitar las salas internas del Maschio Angioino (Torreón angevino) atravesará el arco triunfal de mármol colocado entre Torre di Mezzo y la Torre di Guardia.
Todo el mundo conoce la trágica historia de Pompeya y Ercolano, enterradas bajo capas de ceniza y lapilli durante la erupción del 79 d.c. Los turistas podrán caminar por los senderos un tiempo agolpados por los antiguos romanos.
En Sicilia los viajeros descubrirán la Catedral de Palermo, dedicada a la Santa Vergine Maria Assunta y el Valle de los Templos de Agrigento que, con sus 1.300 hectáreas, presume el título de parque arqueológico más grande del mundo. Entre los símbolos más conocidos de esta región se encuentra también el volcán Etna, el Teatro Antiguo de Taormina y las playas de San Vito Lo Capo y Mondello.